Para diseñar el logotipo hemos creado unas letras basadas en las tipografías utilizadas por los romanos de la época de Augusto. (En textos grabados que realizaban sobre piedra). Hemos imitado las diferentes grafías, las terminaciones de la letras y la característica colocación de la época.
Para crear una versión completa del logo, a las letras les añadimos una silueta, a modo de símbolo, basada en la cabeza de Augusto que se conserva en el Museo de Zaragoza. Así transmitimos la idea de ser poderoso que tenía el emperador, una especie de dios; y la imagen de mito, de icono que ha llegado hasta nuestros días. Y a la vez mantenemos una idea de misterio, de personaje oculto, desconocido para el gran público.
No hay comentarios:
Publicar un comentario